Dos miradas para el mismo amor

El cineasta argentino apela al suspenso para narrar una extraña historia de amor que se desarrolla, con los mismos actores, en dos tiempos diferentes.

Dos miradas para el mismo amor

Creador de films como “Plan B” o “Hawaii”, el cineasta argentino Marco Berger (37) llega ahora con una película de estructura compleja en la que dos mundos posibles se entrecruzan y se reflejan como en un espejo.

Se trata de “Mariposa”, en la que propone un atractivo rompecabezas que indaga en la posibilidad de que un pequeño azar o accidente podría cambiar radicalmente la vida de cualquiera, “tomando como punto de partida la teoría del caos, que dice que el aleteo de una mariposa puede generar un caos en el otro extremo del planeta”, según explicó.

En una entrevista reciente el cineasta recordó que, en 2001, en plena crisis socioeconómica, debió irse a vivir a Noruega, donde intentó ingresar a estudiar dirección de cine en una escuela en la que fue rechazado dos veces, pese a lo cual -e incluso después de haber pensado en abandonar su vocación- se dedicó a filmar de todos modos.

"Ahí pensé cómo una pequeña decisión puede modificar tanto una vida. Porque mi realidad podría haber sido totalmente diferente si yo me daba por vencido aquella vez. Entonces surgió la pregunta sobre qué pasaría si en una película cuento dos versiones de la misma historia y me propuse indagar cómo el aleteo de una mariposa puede hacer cambiar de opinión a una mujer que está por abandonar a su hija", afirmó.
Berger se refiere al comienzo de la película, en la que la misma mujer abandona a su beba en un bosque y luego, en la escena siguiente y debido a que se distrae un instante con una mariposa, desiste de hacerlo: ese es el punto exacto donde comienzan a bifurcarse las dos realidades en las que la misma historia de amor se desarrolla.

Gracias a un guión que por su precisión y justeza parece una pieza de relojería, Berger puede narrar y entrelazar esas dos realidades simultáneas y paralelas: la de esta niña abandonada que cuando crece y se convierte en mujer se enamora del hijo de la familia que la adopta, y la de esa misma niña, que se enamora del mismo joven, cuando es ayudada por él y su familia en una ruta.

La atracción y tensión sexual, el misterio, la incomodidad, los celos, la ambigüedad y el incesto, son algunos de los elementos que Berger pone en juego para poder desplegar el agitado vaivén sentimental entre dos hermanos que van y vienen “entre la tragedia y la comedia, entre lo prohibido y lo permitido”.

“En ese sentido vuelvo a trabajar con lo mismo que vengo trabajando en mis otras películas. No puedo evitar que el motor sea el deseo y que el tema sea el amor”, señaló Berger, quien añadió aquí el juego de lo doble, del espejo y del “doppelgänger”, concepto literario alemán que se utiliza para designar a la sombra o doble fantasmal de una persona.

Acostumbrado a mezclar el naturalismo con elementos del género fantástico, Berger afirmó que le fascinan temas como los mundos paralelos y la reencarnación (algo que tomó de films como “Los amantes del círculo polar”, “Reencarnación” o “La doble vida de Verónica”), "porque me permiten jugar con la incógnita de quién es quién y con la posibilidad de la existencia de un doble”.

“Soy muy clásico en la forma y al apegarme tanto a la estructura narrativa de principio, nudo y desarrollo se genera tensión y suspenso naturalmente. Aunque se trate de una historia de amor, siempre la cuento con la forma de una película de suspenso, para generarle la sensación y la necesidad al espectador de que por favor suceda algo”, detalló.

Para el director de “Plan B” y “Hawaii”, “la vida tiene algo tan inexplicable que siempre está bueno encontrar esos huecos y, a través de la ficción, intentar calmar esa sensación del sinsentido. Por eso me divierte pensar en la posibilidad de la reencarnación o la posibilidad de que exista un doble”, subrayó.

Berger asegura que esta película fue la que despertó en él “más las ganas de jugar con las posibilidades que otorga el cine”.

“Mariposa”, que protagonizan Ailín Salas, Javier De Pietro, Julián Infantino y Malena Villa, ganó el Premio Sebastien Latino en el Festival de San Sebastián de este año y también fue exhibida en febrero en el Festival de Berlín, donde en 2011 el director fue distinguido con un Premio Teddy a la mejor película de temática gay por “Ausente”.

Actualmente, Marco Berger se encuentra filmando “Dos elefantes”, con Guillermo Pfening (“Wakolda”, “Nacido y criado”) y Lautaro Delgado (“Crónica de una fuga”, “Francia”), otra historia de amor pero esta vez en tono de comedia.

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