Ya sorprendió en "Mamma mía" versionando a Abba y ahora lo vuelve a hacer: la genial Meryl Streep estrena una nueva película en la que canta, canta y canta. Y su versión de Bad Romance de Lady Gaga está dando la vuelta al mundo por su calidad y por la emoción que le pone al tema.
Streep, ganadora de tres Oscar, protagoniza ahora "Ricki and the flash", una película que acaba de estrenarse en EEUU y cuenta la desventuras de una rockera que quiere ser famosa.
La mayúscula actriz, de 64 años, se calzó chupines negros y botas para hacer algunas escenas, y se dejó el pelo largo como en Mamma Mía.
Además tomó clases de guitarra con Neil Young para que toda la banda de sonido, que es imperdible, esté interpretada por ella.
La película tiene otro plus: está dirigida por Jonathan Demme, quien saltó a la fama por películas como Filadelfia y El silencio de los inocentes. Y en ella debuta Mamie Gummer, hija de Streep, quien precisamente hará de hija de la rockera Ricki Rendazzo.
Rendazzo lo pasará mal en el filme, que cuenta también con Kevin Kline y Audra McDonald. Es que, en el camino a la fama, dejará un poco de lado a sus hijos. Y cuando se dé cuenta será demasiado tarde.










