La actriz canadiense Alberta Watson, conocida sobre todo por su trabajo en la series de televisión «24» y «Nikita» (en sus dos etapas), murió el pasado sábado a los 60 años de edad, víctima de un cáncer, según informa Deadline.
Nacida en Toronto en 1955, ciudad en la que también falleció, Watson empezó a actuar como adolescente en un pequeño grupo de teatro. Su primer papel en el cine le llegó en la película «Mujeres de 30 años», junto a Tom Berenger, Karen Black y Susan Strasberg.
En los años ochenta, se trasladó a Estados Unidos, pero tras aparcer en algunos títulos no muy conocidos -aunque al lado de estrellas como Susan Sarandon, Ian McKellen y Gabriel Byrne-, se especializó en rodar películas independientes. De esa época destaca «Spanking the Monkey», de un primerizo David O. Russell («El lado bueno de las cosas», «La gran estafa americana»). Otros títulos destacados son el drama interracial «Zebrahead», «Hackers» y «El dulce porvenir», de Atom Egoyan.
En 1997 su carrera da un giro, sin embargo, gracias a la televisión, donde solo había aparecido de forma ocasional. Su personaje de Madeline en «Nikita», entre 1997 y 2001, consigue que se convierta en un rostro conocido para el público. Todavía rodaría alguna película de interés, aunque minoritaria, como «Hedwig y the Angry Inch», «The lookout» y «Lejos de ella», de Sarah Polley, pero su personaje de Erin Driscoll en la cuarta temporada de «24» fue el que terminó de afianzar su carrera, ya cumplidos los cincuenta años. En la última década participó en otras series, no tan conocidas, como «El misterio de Ángela» y «The Border», además de recuperar su personaje en la nueva versión de «Nikita».
