Desde que Jonathan Rhys Meyers protagonizó “Match Point”, junto a Scarlett Johansson y bajo la dirección de Woody Allen, se convirtió en uno de los actores más solicitados de Hollywood y Europa. El talentoso irlandés también cosechó el éxito en televisión gracias a las series “The Tudors” y “Drácula” (de la cual terminó de grabar la nueva temporada recientemente), ficciones que lo transformaron en uno de los artistas mejores pagos a sus 37 años.
Pero sus problemas personales han puesto en jaque una carrera que parecía inquebrantable. Días atrás fue retratado en un estado lamentable mientras caminaba por las calles de Londres, bebiendo vodka de la botella.
Con un look desaliñado, la remera sucia y el jean desabrochado, el actor no se percató de la presencia de los fotógrafos. Su problema con el alcohol no es una novedad: ya ha internado rehabilitarse en tres oportunidades pero no pudo ganar esa batalla. Una verdadera pena.










